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EL SALARIO EMOCIONAL COMO CLAVE PARA LA RETENCIÓN DEL TALENTO
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salario emocional

EL SALARIO EMOCIONAL COMO CLAVE PARA LA RETENCIÓN DEL TALENTO

Una de las principales razones por las que las personas aceptan un trabajo es la remuneración, pero en la mayoría de los casos, el motivo por el que deciden permanecer en él no es precisamente este, sino las experiencias y emociones que el trabajo les ofrece. De eso se trata el salario emocional: aquellas retribuciones que van más allá de lo económico.

El salario emocional hace referencia a aquellos factores adicionales a la remuneración económica que tienen como objetivo mejorar la experiencia del empleado en la empresa y fomentar su bienestar. Entre estos factores están las medidas para favorecer la conciliación de la vida personal y laboral, la flexibilidad, la formación interna o la posibilidad de crecer dentro de la empresa.

A raíz de la crisis del Covid-19, el salario emocional ha ganado aún más importancia a la hora de captar y retener el talento, sobre todo entre los jóvenes. Y es que las nuevas generaciones no rigen su vida en función de lo material, en su lugar valoran más la posibilidad de recibir otro tipo de retribuciones no económicas que les ayuden a mejorar su calidad de vida.

Repasemos algunos ejemplos de iniciativas que pueden formar parte de un buen salario emocional:
  • Teletrabajo: el teletrabajo dota a los empleados de autonomía para poder organizar su tiempo, y es muy valorado entre los que deben realizar grandes desplazamientos para llegar a su centro de trabajo. En esta nueva normalidad es más importante ser productivo en el puesto de trabajo que cumplir con un número de horas preestablecidas.
  • Flexibilidad: se valora tanto la flexibilidad horaria como la flexibilidad de ubicación. La flexibilidad horaria permite al empleado organizar su jornada laboral a su gusto, siempre y cuando respete las necesidades de la empresa. En cuanto a la flexibilidad de ubicación, se valora tanto el teletrabajo como la posibilidad de trabajar en la oficina que mejor le convenga al trabajador.
  • Beneficios sociales: aunque pueden tener un pequeño componente económico su mayor aportación es al bienestar del trabajador y su familia. Podemos citar ejemplos como los servicios de guardería, seguros, planes de jubilación, ayudas a la educación de los hijos, abono de los costes de transporte y alimentación.
  • Formación: una manera de retener el talento es mediante la formación interna. Que los empleados tengan la oportunidad de seguir formándose para poder desarrollar una carrera profesional dentro de la empresa es una situación en la que ambos ganan, el empleado se sentirá motivado por poder desarrollarse profesionalmente, y la empresa tendrá un empleado con más conocimientos.
  • Promoción interna: es una oportunidad perfecta para fidelizar a los empleados y aumentar su productividad. Favorecer el crecimiento interno de los empleados permitiendo que asuman mayores responsabilidades ayudará a la empresa a retener al mejor talento.
  • Reconocimiento: reconocer el trabajo bien hecho es un plus de motivación y bienestar. El uso de palabras como buen trabajo, enhorabuena o confiamos en ti, a veces son incluso más gratificantes para un trabajador que la propia retribución económica.
  • Días libres: poder disfrutar a menudo de días de descanso también es una forma de fidelizar y atraer talento, por eso cada vez vemos más empresas que incluyen un día más de vacaciones por el cumpleaños de sus empleados.
  • Buen ambiente en el trabajo: ofrecer a los empleados un buen ambiente laboral alejado de conflictos y propicio para el trabajo en equipo es otra herramienta muy útil.

 

Todos estos factores, y algunos más, forman el salario emocional. Según un estudio llevado a cabo por la Fundación Alares, un buen salario emocional reduce un 18 % el absentismo y un 13 % las bajas por estrés.

No hay duda de que es uno de los factores que más influyen en el rendimiento del trabajador, pero no solo tiene beneficios para este, para las empresas los salarios emocionales consiguen aumentar la competitividad de la organización y ser consideradas como las compañías más deseadas para trabajar. Por tanto, si un empleado tiene que decidir entre dos ofertas de empleo con condiciones distintas, aceptará aquella oferta que mejor se adapte a sus necesidades personales, lo que posiciona al salario emocional como una estrategia clave para la captación y fidelización del talento.