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PERFORMANCE MANAGEMENT, UN PASO DE AVANCE EN LA EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO
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PERFORMANCE MANAGEMENT

PERFORMANCE MANAGEMENT, UN PASO DE AVANCE EN LA EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO

En un panorama empresarial tan competitivo como el actual, las empresas están obligadas a ser aún más eficientes en sus procesos y dar respuestas rápidas y flexibles a las demandas del mercado, todo ello utilizando un número reducido de recursos. En este contexto, los profesionales de Recursos Humanos han visto la necesidad de diseñar y poner en marcha procedimientos novedosos de evaluación del talento interno adaptados a estas nuevas exigencias, como es el Performance Management.

El Performance Management es un método de gestión del desempeño de los empleados que ayuda a evaluar y controlar el rendimiento de la plantilla. Se trata de una herramienta que ofrece indicadores para poder valorar el rendimiento de un trabajador a la hora de conseguir objetivos y en función de esto, ayudarle a mejorar o recompensarle por su trabajo.

A priori pudiera parecer que el Performance Management y la Evaluación de Desempeño son lo mismo, pero en realidad tienen grandes diferencias que son las que están haciendo que la mayoría de las empresas apuesten por el Performance Management.

Esta herramienta de gestión se centra en cómo una persona hace su trabajo, y para ello se enfoca no solo en el desempeño, no solo en números, sino también en la cultura de la organización, los valores o el talento, con el objetivo de que crear un entorno en el que el trabajador pueda dar lo mejor de sí mismo en beneficio de la organización.

Beneficios del Performance Management

Además de mejorar el desempeño de los trabajadores, el Performance Management tiene como objetivo el crecimiento de la empresa y que sea más competitiva.

En el caso de Recursos Humanos, al tener tantos datos sobre el desempeño de la plantilla, el Performance Management ayuda en la toma de decisiones, a fijar objetivos y buscar soluciones para los problemas que se puedan detectar con esta evaluación.

Así mismo, el Performance Management permite un continuo seguimiento de los objetivos de la organización y los de su empleado, observar en profundidad la evolución de manera continuada para ver de qué forma podemos ayudar en el desarrollo y el crecimiento del talento dentro de la empresa y proponer mejoras que ayuden a avanzar hacia un modelo de empresa más eficiente.

Cómo crear tu estrategia de Performance Management

El Performance Management se puede adaptar a las necesidades de cada empresa, no obstante, para implementar una estrategia efectiva es necesario tener en cuenta algunos aspectos:

  1. Análisis

Es importante definir el estado actual de la empresa y planificar los objetivos a los que se quiere llegar, tener claros los procesos, las tareas a realizar, las personas involucradas en cada proceso y los métodos de monitoreo y control.

  1. Diseño

Partiendo del análisis de los procesos que guíe las conductas a desarrollar para conseguir los objetivos marcados, es momento de diseñar o adaptar los procesos para que sean capaces de cumplirse esos objetivos con los recursos disponibles. En este punto toman protagonismo las competencias requeridas, así como el nivel en que se manifiestan en los miembros de la organización.

  1. Medición

Una vez determinados los objetivos a conseguir, así como las funciones, tareas y nivel de competencias necesarias para ello, se debe llevar a cabo un monitoreo continuo de todas las fuentes de información del rendimiento del trabajador, proporcionándole a su vez la retroalimentación y el apoyo necesario llegado el caso.

  1. Optimización

Luego de conocer los resultados es importante analizar su evolución fundamentada en comportamientos o conductas para implementar mejoras en las áreas en las que se presentaron mayores deficiencias, con el fin de optimizar la ejecución de los procesos y mejorar los resultados.

En definitiva, aplicar el Performance Management en una empresa es tener a su disposición un método de gestión corporativa de alto valor, lo cual se traduce en contar con una mejor descripción de los procesos internos, así como una buena base de conocimiento a partir de la cual poder prever las necesidades futuras de la organización.